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Darrera modificació: 2021-05-10
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Campagne, Fabian Alejandro, "«Ay cierto genero de mugeres las quales chupan la sangre de los niños». Vampirismo y estereotipo de la bruja en la España de los siglos XV y XVI", dins: Burucúa, José Emilio - Gil Lozano, Fernanda (eds.), Zilele Dracului. Las diversas caras del vampiro, Buenos Aires, Eudeba, 2010, pp. 31-46.
- Resum
- Pocas figuras en el seno de la cultura occidental han logrado resumir mejor el conjunto de pesadillas y terrores colectivos, como lo han hecho la imagen de la bruja y del vampiro. Incorporados al terreno de los arcanos inconscientes, ambos personajes han sobrevivido incólumes al paso del siglo XX. La primera entra a formar parte muy tempranamente de las imágenes infantiles más comunes, a partir de la persistencia de los cuentos de hadas, potenciados por la tecnología del dibujo animado, o del universo ecléctico del comic. En cuanto al segundo, poco necesita decirse aquí de la presencia del vampiro en la cultura del siglo XX: el centenario de la publicación de la novela epistolar de Stoker nos recuerda que la figura literaria del conde-vampiro fue un legado que el decadente siglo XIX dejaba en realidad a la nueva centuria que estaba por nacer. Ambas imágenes, la bruja y el vampiro, poseen también otras características en común, particularmente en relación al contexto en el cuál fueron producidas. Tanto la alta cultura teologal que creó a mediados del siglo XV el estereotipo del sabbat, sobre el cual se sustentó la caza de brujas de la modernidad clásica, cuanto el literato irlandés que dio vida a Drácula, supieron aprovechar un ingente material folklórico y literario que los pre-existía, resignificando y otorgando nuevo contenido a pesadillas que tenían ya un largo pasado anterior. La imagen de la bruja voladora, devoradora de niños y asistente al sabbat, no corrió necesariamente siempre por carriles separados a los de la figura del vampiro, sujeto liminar entre la vida y la muerte, paradigma del ser que destruye viviendo, del ser cuya garantía de existencia es la destrucción de otros. El presente artículo intentará demostrar la existencia de una convergencia entre ambas figuras en un espacio y en un tiempo concretos: la España de fines del medioevo y de principios de la modernidad clásica.
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